Si hay algo que no le gusta al presidente de México es hablar en público sobre su estado de salud, aunque Andrés Manuel López Obrador —quien cumplirá este 13 de noviembre 71 años — no niega que sea hipertenso, que tenga problemas del corazón y hasta de memoria.
“A veces me falla, es el poscovid”, ha dicho de manera sarcástica durante algunas de sus habituales conferencias matutinas en referencia a las secuelas que, según él, le dejó el covid-19, la enfermedad que contrajo en tres ocasiones durante la pandemia y a la que culpa de esos momentos de olvido.
Desde que López Obrador llegó al poder el 1 de diciembre de 2018, su estado de salud ha sido motivo de especulaciones y preocupaciones por parte de políticos y legisladores de oposición, al tratarse de una persona con una intensa vida laboral y en el foco público. Él le llama “achaques” a los males que le aquejan.
“Tengo todo el día ocupado, hasta la noche. Me levanto a un cuarto para las cinco de la mañana”, dijo en octubre del año pasado cuando se le preguntó por el comienzo de sus actividades cotidianas.
El presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, es uno de los que sostiene que el estado de salud de un jefe de Estado es un asunto de interés público y no una cuestión privada. También la senadora Kenia López Rabadán, del opositor Partido Acción Nacional (PAN), ha reclamado más transparencia e información sobre el historial médico.
“No se oculta información, este gobierno ha sido el gobierno más transparente en todos los ámbitos de la vida pública que yo, en mi experiencia de muchos años, he tenido”, dijo en una conferencia de prensa del 25 de enero de 2021 la entonces secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, al dar a conocer el estado de salud del presidente tras contagiarse por primera vez de covid-19.
Sin embargo, el mandatario mexicano ha intentado esquivar el asunto en más de una ocasión durante su gobierno, incluso ha expresado en diferentes ocasiones que se encuentra bien atendido cuando se le pregunta del asunto.
A finales de septiembre y principios de octubre de 2022 no pudo evitar hablar del tema en su “mañanera”, como se les conocen popularmente a sus conferencias de prensa, cuando un reportero le preguntó sobre la veracidad de la información aparecida entre los documentos confidenciales que fueron hackeados por el grupo autodenominado Guacamaya a unos servidores de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Las filtraciones detallaban, entre otras cosas, el momento en el cual el mandatario tuvo que ser hospitalizado y sometido a un tratamiento médico debido a sus problemas del corazón.
Según lo revelado, el 2 de enero de 2022 López Obrador tuvo que ser trasladado de emergencia en una ambulancia aérea desde su finca en Palenque, en el sureño estado de Chiapas, a un hospital militar en la capital del país donde se le aplicó un cateterismo de emergencia.
El 10 de enero de ese mismo año, ocho días después del incidente, la oficina de la Presidencia informó que el mandatario mexicano había dado positivo por covid-19 y que se encontraba estable. Pero no mencionó lo ocurrido días antes.
"Pues es de dominio público, todo lo que se dice ahí, es cierto y se ha expresado. Si acaso lo de la ambulancia, que fue a Palenque a principios de enero, porque había, pues, un riesgo de infarto y me llevaron al hospital y me recomendaron un cateterismo. Si ustedes se acuerdan de eso, me dijeron que había que hacerlo, les pedí unos días, en eso me dio covid. Y tuve que esperar a que pasara el covid y ya fui al hospital y me hicieron el cateterismo", dijo el mandatario en la mañanera del 30 de septiembre, donde recalcó que está bien atendido.
“Lo demás, de que tiroides, pues sí, cuando uno va a ver los médicos le hacen análisis de todo. Y pues (tomo) pastillas para tiroides, para la hipertensión”, señaló López Obrador. El presidente también habló del hackeo.
“Es cierto, hubo un ataque cibernético, así le llaman al robo de información, mediante estos mecanismos modernos que extraen de archivos, es gente muy especializada, no cualquiera. No sé si en México hay especialistas en este campo de la cibernética, tengo entendido de que este mismo grupo ya ha hecho lo mismo en otros países creo que en Colombia, en Chile, por eso pienso que es algo que se maneja desde el extranjero, que no es de México”.
Un desmayo del presidente
El año pasado el mandatario tuvo que volver a hablar sobre su salud, pero fue para contrarrestar un sinfín de especulaciones que surgieron a raíz de un desmayo transitorio que sufrió durante una gira de trabajo debido a su tercer contagio de covid-19.
“Mis adversarios tienen mucha imaginación, porque han dicho muchísimas cosas”, comentó en ese entonces el propio López Obrador en un video el 26 de abril de 2023, luego de que se rumoraba entre la opinión pública y sin dar pruebas que estaba en condición grave.
En su mensaje confirmó que tuvo un desmayo, “un vaguido, hablando coloquialmente, porque se me bajó de repente la presión y estando en una reunión con ingenieros militares, evaluando el Tren Maya, y con otros servidores públicos pues como que me quedé dormido”, señaló.
Dos días antes, el 24 de abril de 2023, su entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López, minimizó el asunto y solo se limitó a decir en una conferencia de prensa que el presidente se encontraba bien tras dar nuevamente positivo por covid-19.
“Decirles que el presidente se encuentra aislado y recuperándose aquí en el Palacio Nacional”, dijo en ese entonces y negó que el mandatario mexicano se hubiera desvanecido o que hubiera sido trasladado a un hospital para ser atendido de manera urgente.
Las secuelas por covid-19 en López Obrador
“Lo más característico, lo más común, del síndrome del poscovid es lo que se llama la niebla mental. Aunque este síndrome también se puede acompañar con fatiga, ansiedad, todas estas cosas son compatibles con el poscovid”, asegura el reconocido médico e investigador mexicano Alejandro Macías, quien asegura que estas secuelas se acentúan más cuando se trata de una persona que contrajo la enfermedad en varias ocasiones y que tiene problemas de salud.
“Esto incluso puede tardar años en resolverse”, agrega el también especialista en infectología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien señala que actualmente atiende a muchos pacientes que acuden a su consultorio por esta situación.
“Se quejan de fallas de la memoria de corto plazo para poder planear”, dice el doctor Macías.
Sin embargo, López Obrador ha subido a sus redes sociales fotos o videos jugando béisbol, deporte del que es un apasionado. Incluso dice que corre o camina de forma regular por su padecimiento de hipertensión.
“Lo más delicado pues es la hipertensión, por eso a veces camino y voy a escalar cerros para lo que llaman cardio, ejercicio”, dice el presidente en referencia a las sugerencias de los médicos en pacientes hipertensos de hacer ejercicios de manera regular, como caminar a paso ligero, correr, nadar o montar en bicicleta para el control de la presión arterial.
El presidente López Obrador ha sostenido que seguirá al pie de la letra las recomendaciones de los médicos hasta que termine su mandato este próximo 30 de septiembre. Un día después, cuando el nuevo presidente esté en su lugar, ha dicho, se irá a su finca en Palenque.
“Ya terminando mi responsabilidad como presidente, que además voy a tener otro estilo de vida, voy a estar a nivel del mar que eso ayuda mucho en el caso de la hipertensión y ya no tantas presiones”, sostuvo.
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