La llegada masiva al país de marcas con Chirey, Omoda, Geely, Bestune, Jetour, Great Wall Motors enciende alertas.
La pelea comercial entre Estados Unidos y China se tornó más amarga tras el anuncio del gobierno de Joe Biden de imponer aranceles a la importación de varios productos asiáticos, incluyendo los automóviles de gasolina y eléctricos.
Expertos advierten que este escenario presionará a México, para tomar acciones contundentes como investigaciones en el mercado, ante el arribo de una mayor oferta de autos con tecnología china.
Desde la pandemia, a México han aterrizado más de 20 marcas de autos chinos, entre las que destacan BYD, el principal competidor de Tesla, así como Chirey, Omoda, Geely, Bestune, Jetour, Great Wall Motors. JMC, BAIC, SEV, GAC Motor, MG y JAC, la única empresa que cuenta con una planta armadora en el país.
“Los fabricantes chinos han hecho una apuesta enorme para inundar el mercado, lo están haciendo con producto de calidad y a un precio castigado por el tema de lo que el gobierno chino está haciendo por ellos. ¿Qué va a pasar más adelante? Va a venir una guerra comercial todavía más visible, habría qué pensar en cómo manejamos esta situación y que México no se convierta en un dolor de cabeza para Estados Unidos”, dijo Francisco Torres Landa, socio de Hogan Lovells y líder de práctica en Latam.
Una de las críticas más constantes por parte del gobierno y las marcas internacionales es el apoyo o subvención del gobierno chino a sus fabricantes de vehículos eléctricos, lo que podría propiciar una práctica desleal entre las principales armadoras de automóviles a nivel mundial, que no tienen acceso a ese tipo de financiamientos.
“Si Estados Unidos considera además de los aranceles que ya impuso sigue habiendo un peligro latente de que haya competencia desleal, seguramente va a venir la presión sobre México y va a tener que tomar una decisión respecto a cómo manejarlo”, dijo Torres Landa.
La Unión Americana pasó de imponer un gravamen de 25 a 100 por ciento a los vehículos chinos que entren al mercado estadounidense, lo que deja a México en medio de un ‘fuego cruzado’, ante la posibilidad de ser utilizado como un país puerta de entrada.
Además, podrían haber implicaciones a nivel de manufactura con las reglas de origen del T-MEC, debido a que marcas asiáticas como BYD, Chirey y GWM han anunciado sus planes para instalarse en el país.
“Entendemos que EU está en elecciones y por eso ese tipo de medidas, pero estamos revisando el impacto que pudiera tener aquí en México. Nuestra posición es apoyar al desarrollo económico en México y la creación de empleo, nosotros estamos a favor de traer tecnología a México internacional para que esto pueda ser posible”, dijo Shirley Wagner, presidenta de la Electro Movilidad Asociación (EMA).
Destacó que estarán pendientes a las nuevas medidas para el incentivo de vehículos eléctricos en el país, pues en este sexenio concluirá la medida para eximir de impuestos la importación de autos eléctricos.
“Estamos esperando qué va a ser lo que define sobre el tema la siguiente administración. Desde luego nosotros incentivamos la competencia, creemos que es la forma más eficiente de hacer accesibles todo tipo de vehículos eléctricos a la población”, dijo la representante de marcas como BYD, Tesla, Evergo y Vemo.
Guillermo Rosales, presidente nacional de la Asociación de Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) agregó que la aplicación de aranceles de la Unión Americana a vehículos chinos no tendrá un impacto en el mercado mexicano, al ser más un tema político-electoral.
“Hablar de depredación de precios o de dumping es un tema muy delicado que si no se tienen los elementos para poderlo acreditar, me parece aventurado, lo que tenemos de datos disponibles y que es esta oferta y precios, es una realidad ya en el mercado mexicano y eso lo que está impulsando es una mayor apertura y facilidad de acceso para los consumidores que no se ha visto reflejada en una masificación de la venta de vehículos eléctricos”, dijo.
En 2023 a México se importaron 3 mil 890 autos eléctricos, principalmente de EU, Alemania, Bélgica, Reino Unido, China, Corea del Sur y Japón; además, en México se reportaron más de 2 mil 876 unidades eléctricas de origen nacional.
La mayoría de los modelos europeos y estadounidenses cuestan entre 700 mil y 1.5 millones de pesos, mientras que los chinos pueden ser hasta dos terceras partes más baratos.
Los especialistas señalaron que la llegada de marcas chinas ha puesto en México el precio de los autos eléctricos en alrededor de los 500 mil pesos, un valor cercano a las unidades de combustión, sin embargo, señalan que aún falta más infraestructura e incentivos fiscales para impulsar su demanda.
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