Crisis política en Corea del Sur: Parlamento se prepara para destituir al Presidente Yoon Suk Yeol

La disculpa ofrecida por el presidente por haber implementado la ley marcial fue rápidamente rechazada por líderes de la oposición y figuras clave de su propio partido.

Seúl, Corea del Sur – El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, ofreció una disculpa pública este viernes por su controvertida y breve imposición de la ley marcial esta semana, calificando la medida como un acto de “desesperación”. En un mensaje televisado de dos minutos, Yoon expresó su pesar y dejó en manos de su partido los pasos a seguir para estabilizar la situación política, horas antes de una crucial votación parlamentaria que podría resultar en su destitución.

“Estoy profundamente arrepentido y quiero disculparme sinceramente con el pueblo que se vio conmocionado”, declaró Yoon, inclinando la cabeza en señal de penitencia: “Prometo no intentar imponer la ley marcial nuevamente”.

Sin embargo, la disculpa fue rápidamente rechazada por líderes de la oposición y figuras clave de su propio partido. Lee Jae-myung, líder del opositor Partido Democrático, calificó las palabras de Yoon como “muy decepcionantes” y afirmó que solo han aumentado el enojo y la sensación de traición en el país.

Por su parte, Han Dong-hun, líder del partido oficialista Poder del Pueblo (PPP), declaró que Yoon ya no está en condiciones de desempeñar su cargo y que su dimisión es inevitable. A pesar de esto, el PPP decidió formalmente oponerse al proceso de destitución.

La moción de impeachment, presentada por legisladores de la oposición, requiere el apoyo de 200 de los 300 miembros de la Asamblea Nacional para ser aprobada. Los partidos de oposición, con 192 escaños combinados, necesitan al menos ocho votos adicionales del PPP, algo que parece posible tras el apoyo de 18 legisladores oficialistas a la anulación de la ley marcial el miércoles.

Acusaciones de rebeldía y escándalos familiares

La imposición de la ley marcial, descrita como un intento de autogolpe, incluyó órdenes de Yoon para arrestar a líderes políticos clave bajo acusaciones de “actividades antiestatales”, según altos funcionarios de inteligencia. Entre los objetivos se encontraban Lee Jae-myung y el presidente de la Asamblea Nacional, Woo Won Shik.

El escándalo también ha reavivado el escrutinio sobre las controversias que rodean a la esposa de Yoon, Kim Keon Hee, acusada de manipulación de precios de acciones, influencias indebidas y recibir costosos regalos. Estos problemas han sido incluidos como razones adicionales para la destitución.

La crisis ha desatado protestas masivas dentro y fuera de Corea del Sur. Sindicatos y grupos cívicos convocaron a una gran marcha con velas cerca de la Asamblea Nacional, mientras comunidades coreanas en ciudades como Londres, París y Berlín también se han movilizado para exigir la renuncia de Yoon.

El caos político ha generado preocupación entre aliados clave de Corea del Sur, como Japón y Estados Unidos, mientras que líderes opositores buscan tranquilizar a la comunidad internacional. “La democracia coreana es resiliente. Si el presidente es destituido, no hay razón para alarmarse”, aseguró la legisladora Soyoung Lee.

Con la votación de destitución inminente, Corea del Sur enfrenta una encrucijada que podría redefinir su liderazgo y estabilidad democrática en medio de un panorama político y social profundamente fracturado.

Con información de The Guardian, Reuters y AP.