La misteriosa construcción mide un kilómetro de largo, tendría unos 10.000 años y se encuentra a unos 10 kilómetros de la costa del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el este de Alemania, a una profundidad de 21 metros.
Científicos de la Universidad de Kiel, en Alemania, investigan una estructura de 11.000 años de antigüedad y de casi un kilómetro de largo que fue descubierto a 20 metros de profundidad en la costa alemana del mar Báltico y que podría haber servido a los cazadores de renos durante la Edad de Hielo.
El hallazgo ha sido anunciado por el Instituto Leibniz, que cree que esta estructura podría ser la más antigua jamás descubierta en la región. Los profesionales utilizaron métodos geofísicos modernos para crear un modelo 3D detallado de la pared y reconstruir la estructura del paisaje antiguo.
Además, con muestras de sedimentos de la cuenca adyacente al sur, fue posible reducir el posible período en el que se pudo haber construido el muro. En tanto, buzos investigadores de las universidades de Rostock y Kiel exploraron el muro de piedra.
“Nuestras investigaciones indican que no es muy probable que el muro de piedra submarino tenga un origen natural o que se haya construido en tiempos modernos, por ejemplo en relación con el tendido de cables submarinos o la extracción de piedra. La disposición metódica de las numerosas piedras pequeñas que conectan los grandes cantos rodados inmóviles va en contra de esto”, explicó en un comunicado Jacob Geersen, investigador del Leibniz Institute for Baltic Sea Research y autor principal del estudio.
El muro de piedra sólo podría haberse formado después del final de la última edad de hielo, cuando el paisaje aún no estaba inundado por el mar Báltico. “En ese momento, la población total en el norte de Europa probablemente estaba por debajo de las 5.000 personas. Una de sus principales fuentes de alimento eran las manadas de renos, que migraban estacionalmente a través del paisaje posglacial con escasa vegetación.
Probablemente el muro sirvió para guiar a los renos hacia un cuello de botella entre la orilla del lago adyacente y el muro, o incluso hacia el lago, donde los cazadores de la Edad de Piedra podían matarlos más fácilmente con sus armas”, sostuvo Marcel Bradtmöller de la Universidad de Rostock.
Vale recalcar que como las últimas manadas de renos desaparecieron de estas latitudes europeas hace unos 11.000 años como consecuencia de que el clima se volviera más cálido, lo más probable es que el muro de piedra no se construyera después de ese tiempo.
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