La última mañanera de AMLO
Hoy lunes 27 de septiembre del 2024, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó la que sería su última mañanera formal. Estrictamente, la ultima vez que AMLO se dirija a las audiencias utilizando esta dinámica denominada “mañanera” será el próximo lunes 30 de septiembre, sin embargo, el propio presidente ha aclarado que dicha fecha estará más bien reservada al “fiestón con bailongo”. Por lo que la mañanera del día de hoy se percibe con el ánimo de ser la final.
La conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido, desde el inicio de su mandato, uno de los principales canales de comunicación con el pueblo mexicano. Este estilo de comunicación, que combina la información con un toque personal, sigue generando opiniones divididas en el panorama político y social de México. ¿Es este un formato innovador que empodera al ciudadano o una estrategia de control narrativo que margina a la prensa crítica?
Un Estilo Único de Comunicación
Desde el primer día de su gobierno, Obrador adoptó la mañanera como su herramienta clave para establecer una relación directa con la ciudadanía. A lo largo de los años, este espacio ha permitido que el presidente controle la agenda mediática y se presente como un líder cercano. Para muchos analistas, la conferencia matutina ha sido una forma de “democratización de la opinión pública” o “democratización discursiva”. En relación a esta idea, destaca, por ejemplo, el trabajo de la lingüista Violeta Vásquez Rojas, quien habla de la mañanera como una dinámica de revolución de las palabras:
“En estos seis años hubo una democratización discursiva: la voz de la gente común empezó a tener peso en la opinión general, se convirtió no sólo en una fuente que merece conocerse, sino en la autoridad misma para la guía las decisiones políticas y que distingue lo deseable de lo indeseable, lo importante de lo secundario” (Rojas, 23 sep 2024).
Una de las críticas más persistentes hacia las mañaneras ha sido la falta de un espacio equitativo para las voces disidentes. En más de una ocasión, AMLO ha descalificado a periodistas y medios que cuestionan su administración. Esto plantea una duda legítima: ¿hasta qué punto este formato fomenta la transparencia? Se cual sea la respuesta, de antrada ya es interesante que las audiencias se planteen la pregunta. Sin duda, para bien o para mal, efectivamente, la mañanera ha despertado el interés de las “personas de a pie”. El ciudadano promedio se pregunta más a menudo, o tiene más presente, los menesteres de la vida pública del país.
Ya sea para sumar adeptos, o para levantar críticas, la conferencia matutina ha servido para llevar el discurso político al ámbito público.
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