La inflación anual en México repuntó a 4.98 por ciento en junio, su nivel más alto en 12 meses, impulsada por los precios de las frutas y verduras, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Con este dato, el indicador de precios acumula cuatro meses seguidos al alza. En mayo fue de 4.69 por ciento anual.
El organismo reportó que el índice nacional de precios al consumidor (INPC) aumentó 0.38 por ciento mensual en junio, lo que sorprendió al alza, pues el consenso de los analistas esperaba una variación de alrededor de 0.28 por ciento.
La inflación general llegó a 4.98 por ciento en junio, la más elevada de los últimos 12 meses. En el margen, la tasa anual de la segunda quincena de junio registró 5.17 por ciento. Muy preocupante, alertó Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México.
El incremento en los precios de productos agropecuarios como el chayote, cuyo costo se disparó 110 por ciento anual en junio; la naranja, 37.08 por ciento; y el aguacate, 40 por ciento; junto con aumentos en la vivienda propia, gasolina de bajo octanaje, pollo y loncherías, fondas, torterías y taquerías contribuyó a que la inflación en México tuviera su mayor incremento desde junio del año pasado, cuando se ubicó en 5.06 por ciento.
Lejos de la meta
El dato de inflación en junio se alejó nuevamente de la meta de estabilidad de precios del Banco de México (BdeM), de entre 3 y 4 por ciento, toda vez que acumuló 40 meses por arriba de ese objetivo.
El dato de inflación es un recordatorio de que la última milla para la convergencia en la inflación hacia el objetivo de Banco de México de 3 por ciento será muy complicado, sobre todo porque no podemos descartar que los rubros más volátiles repunten inesperadamente, aseguró Alejandra Marcos, directora de análisis de Intercam.
El índice subyacente –que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos– incrementó 0.22 por ciento a tasa mensual y 4.13 por ciento anual, con lo que logró su menor variación desde marzo de 2021. El componente de mercancías continuó explicando gran parte de la moderación, ante la dilución de los choques de años pasados (pandemia y guerra en Ucrania) y la apreciación cambiaria de meses previos.
En tanto, el índice de precios no subyacente, que incluye productos agropecuarios y energéticos, registró un alza de 0.87 por ciento mensual y de 7.67 por ciento anual, sobre todo por el encarecimiento de las frutas y verduras.
Panorama complicado
Las cifras de junio superaron las expectativas y nos confirman que el panorama inflacionario sigue siendo difícil. Por lo anterior, en ausencia de sorpresas positivas en las próximas lecturas de inflación, prevemos que Banco de México no ajuste la tasa objetivo (11 por ciento) en agosto, prevé Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más.
En tanto, los costos de producción tampoco dieron tregua, al mostrar su mayor crecimiento en 19 meses; pasaron de 3.33 por ciento a 5.07 por ciento anual.
Lo anterior, en línea con los altos precios del petróleo registrados recientemente, el repunte en el costo de fletes marítimos y la depreciación del tipo de cambio.
El costo de bienes y servicios destinados al consumo final interno se aceleró de 4.84 a 5.21 por ciento.
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