Hartos de la incongruencia y cobardía de los que esperan la determinación del Tribunal para renunciar o quedarse al PRI, algunos ya mejor renunciaron.
Por: Redacción 2024-08-20
Esta mañana en los cafés de la capital, los sabios bebedores del humeante y mejor aromático del mundo, platicaron con tres expresidentes del CDE del PRI quienes respondieron a la obligada pregunta del momento:
¿Por qué renunció al partido Domingo Yorio Saqui?
La respuesta fue precisa: “Domingo se hartó de las fechorías del dirigente Alito Moreno. Se hartó del menosprecio a la militancia. Se hartó de la incongruencia y cobardía de los que esperan la determinación del Tribunal para renunciar o quedarse, como le pidieron a Domingo, pero el viejo zorro de Papantla no quiso esperar porque, aunque la decisión le fuera contraria, Alito pondría a una o a un títere para seguir gobernando el Partido”.
Así de claro. Lo de Domingo Yorio no fue una rabieta de ocasión, fue congruencia y experiencia de más de 50 años de lidiar con gandallas.
Quizá -aseguraron los platicadores exdirigentes estatales priistas-, la decisión de Domingo Yorio se confunda con los vientos de ruptura que ya se cocinan en el interior del CDE, pero no, eso fue harina de otro costal. Aquí en Veracruz se oyen ruidos de un golpe de timón, planeado desde la oficina misma de Alito y cuya operación inició a caminar desde la reciente junta que tuvieron Lorena Piñón, Pepe Yunes y Américo Zúñiga. ¡Sin el Fofo!
La pregunta obligada fue: ¿Y ustedes como expresidentes, qué harán? Y la respuesta fue: ¡Que se maten solos!
Pero del tema, y completo, se lo comentaremos más adelantito en este espacio, porque está más que caliente y la leche a punto del hervor.
Los canillazos de la mañana son, desde luego, para aquellos que insisten adorar la vaca a la que ya le fue exprimida hasta la última gota de leche.
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