En su reflexión de este miércoles 25 de septiembre, Luis Rubio asegura que “la reforma judicial recientemente aprobada todavía tiene un buen trecho que recorrer”, debido a “las posibles disputas dentro del Poder Judicial” y por “la enorme complejidad de implementar una cosa tan ambiciosa como la que propone la reforma judicial”.
Rubio cree que “más allá de lo que uno prefiera o piense que es bueno es malo para el desarrollo del país en cuanto a la reforma judicial”, esta iniciativa “sirve para evidenciar cabalmente las consecuencias de dos cosas” y explica cuáles:
Por una parte, de los proyectos, las ideas, las iniciativas, que no se meditan y no se piensan con suficiente cuidado; y por la otra, el que se abren ‘cajas de Pandora’ se abren consecuencias no anticipadas que pueden tener [una consecuencia] de décadas por venir”.
A esto, nuestro colaborador agrega que “la iniciativa, claramente, tiene un signo de venganza”, ya que, “lo que se busca es someter al Poder Judicial, especialmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que le rechazó al presidente diversas iniciativas en los años pasados”.
Sin embargo, sostiene que “no se pensó en cómo se hace mejor la justicia para el país”.
“Todo lo que se hizo fue pretender cambiar a todo el poder judicial nada más por querer someter a la Suprema Corte de Justicia.Sin embargo, la manera como se está haciendo, que es eligiendo a los miembros de la corte, a magistrados a jueces y demás por todo el país, va a abrir la oportunidad para que se meta toda clase de gente, no nada más en el financiamiento”.
Luis Rubio, analista
La reforma judicial en un meme, es burla pero implica cosas
“Hay un meme que está recorriendo las redes que plantea que un aspirante al juez está ofreciendo que va a ser su trabajo de esta manera y la otra y también va a ofrecer red de internet wifi para todo el que esté en el salón y las va a dar refrescos y bocadillos; el punto de esto es una burla, indica el analista, “pero lo que implica es que se abre la ‘caja de Pandora’ para lo que los jueces vayan a querer ofrecer”, señala.
En no mucho tiempo es posible que las cosas cambiaran en la política y quienes estuvieran proponiendo jueces sean distintos a los de Morena que pensaron en esto y entonces quizá podría llegar una persona extrema que diga; ‘no importa el delito, yo no voy a castigar a nadie, yo no voy a mandar a nadie a la cárcel, por lo tanto todo mundo en libertad’. ¿Quién no estaría de acuerdo con ese juez?”
“Puede ser el extremo opuesto, jueces que empiezan a demandar la pena capital, que piensen que quieren que se le corte la mano a alguien porque robó algo menor, es decir, delitos minimos que pueden ser castigados con enormes penas. Y en una sociedad tan dividida, tan afectada por la enorme inseguridad y violencia en los últimos años, hay muchísima gente con ganas de venganza en esto”.
Mi punto es éste, dice Rubio:
“Hay el riesgo de que acabemos con un poder judicial infinitamente más deteriorado, infinitamente más ideologizado, más politizado, pero no necesariamente el sentido que quería Morena, ya que podemos acabar teniendo lo más reaccionario que hay o podemos tener lo más extremista del lado izquierdo que pudiéramos concebir”.
Es por ello, que Luis Rubio concluye diciendo que al parecer “el dicho de que, ‘nadie sabe para quién trabaja’, se aplica aquí. Morena debe pensar las cosas mejor en el futuro porque no le vaya a salir el ‘tiro por la culata’”.
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