Manuel Huerta… DESAFÍA AL PODER

18 Ago 2025

Manuel Huerta, se lanzó a la plaza, sin traje de luces. Solo rebosante de presunción.

No utilizó capote ni muleta ni montera.

Pero llegó con estoque y puntilla para dar muerte al toro al final de la lidia.

El escenario: el parque Juárez; su primer informe de labores, a la vista de todos (acarreados y adversarios), sin lujos ni blindajes.

Y lo hizo con la voz firme de quien sabe que la incomodidad es su marca política.

No es nuevo: desde los tiempos del exgobernador “bailarín” Cuitláhuac García, Huerta fue uno de los pocos morenistas que se atrevió a cuestionar el rumbo del gobierno local.

Hoy, en pleno acto, denunció que quisieron “aguarle” su informe. Provocadores, dice, enviados para desestabilizarlo.

“No me van a callar”, advirtió, mientras acusaba a los “enemigos del pueblo” de ser corruptos, traicioneros y mentirosos.

La alusión a Rocío Nahle fue directa y punzante: no se puede andar diciendo “les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre”.

La frase, más que un dardo, fue un claro recordatorio de que el estilo de la secretaria convertida en gobernadora ha generado resistencias incluso dentro de su propio partido.

Huerta no oculta sus aspiraciones de ser gobernador de Veracruz.

Su narrativa lo coloca como un crítico desde adentro, alguien que se atreve a desafiar a los poderes fácticos que hoy dominan el estado.

Ese papel de “voz incómoda” puede darle eco entre ciudadanos desencantados, pero también lo convierte en un blanco para el aparato político que no tolera disidencias.

La pregunta es si su desafío es estrategia o convicción. Si lo primero, corre el riesgo de quedar reducido a un rebelde sin causa, aislado en un partido que castiga la indisciplina.

Si lo segundo, podría convertirse en el referente de una oposición interna que tarde o temprano buscará un nuevo cauce.

Por ahora, lo cierto es que Manuel Huerta juega con fuego: confronta directamente a Rocío Nahle y al grupo que hoy controla Morena en Veracruz.

Pero en un escenario de desgaste político, su voz crítica podría convertirse en el eco que muchos quieren escuchar.

Y en política, a veces, basta con eso para abrirse camino.

Al final del informe, la puntilla (en tauromaquia, cuchillo corto) fue decisiva para rematar al toro.

La respuesta de Palacio de Gobierno, a la vuelta de Enríquez.